martes, 21 de julio de 2009

Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana



Nació don Íñigo López de Mendoza el 19 de agosto de 1398, siendo hijo del almirante Diego Hurtado de Mendoza y de doña Leonor de la Vega. A la muerte de su padre y de su hermano mayor, heredó los derechos de mayorazgo del señorío de los Mendoza. Siendo muy joven se casó con doña Catalina de Figueroa, lucho contra los moros y formó parte de intrigas cortesanas durante el reinado de don Juan II. Fue enemigo acérrimo de don Álvaro de Luna.
El Marqués de Santillana es autor de una importante y voluminosa obra literaria, desde piezas que pueden considerarse juglarescas como las “serrillanas”, los “decires líricos”, las “canciones” y sus “preguntas y respuestas”.
Entre sus obras más destacadas se encuentran los “Sonetos fechos al itálico modo”, los “decires narrativos” y sus poemas mayores de los que sobresalen la “Comediata de Ponza”, “Bías contra fortuna” y el “Doctrinal de privados”.
Respecto de su obra en prosa, destacan el “Proemio e carta al condestable de Portugal” y el “Prólogo a la Comediata de Ponza”, donde demuestra un manejo muy avanzado de las formas trágica, cómica y satírica.
El Marqués de Santillana muere el 25 de marzo de 1458 a la edad de 60 años.
A ejemplo de su arte, transcribimos la Primera serrillana:

Serranilla I

Serranilla de Moncayo,
Dios vos dé buen año entero,
ca de muy torpe lacayo
faríades cavallero.

Ya se pasava el verano,
al tiempo que onbre se apaña
con la ropa á la tajaña,
encima de Oxmediano
ví serrana sin argayo
andar al pie del otero,
más clara que sale en Mayo,
ell alva, nin su luzero.

Díxele: "Dios nos mantenga,
serrana de buen donayre."
Respondió como en desgayre:
¡Ay!, que en hora buena venga
aquel que para Sanct Payo
desta yrá mi prisionero."

E vino a mí como un rayo
diziendo: "Preso, montero."
Díxele: "Non me matedes,
serrana, sin ser oído,
ca yo non soy del partido,
desos por quien vos lo avedes.

Aunque me vedes tal sayo
en Agreda soy frontero,
e non me llaman Pelayo,
magüer me vedes señero."

Desque oyó lo que dezía,
dixo: "Perdonad, amigo,
mas folgad ora comigo,
e dexad la montería.

A este çurrón que trayo
quered ser mi parcionero,
pues me fallesçió Mingayo
que era comigo ovejero.

Entre Torellas y el Fayo
pasaremos el Febrero."
Díxele: "De tal ensayo,
serrana, soy placentero."

No hay comentarios:

Publicar un comentario